(Serie: Playing with Fire #3)
T. E. Sivec
—Desgástame como a un camino. Hice todo lo que dijiste. Desgástame hasta dejarme de rodillas. Hice todo lo posible por complacer.
Austin Conrad nunca se ha tomado en serio su vida personal. Como SEAL de la marina, pasa todo su tiempo en situaciones peligrosas y potencialmente mortales. La única manera de dejar atrás los horrores que ha visto a lo largo de su carrera es apagándolo cuando llega a casa. Es demasiado mujeriego para establecerse; incluso si encontrara a una mujer a la que soportara por más de una noche, nunca mancharía la vida de ella con los demonios de su pasado.
Cuando su mejor amigo y miembro del equipo SEAL, Brady Marshall le pide que vigile a su hermanita, Gwen, Austin cree que será un paseo por el parque. Lo único que a Austin le gusta más que coquetear hasta meterse bajo la piel de una mujer hermosa, es alejarse con una sonrisa en su rostro. Austin nunca espera que la madre soltera y su pequeña niña sean las que se metan debajo de su piel.
Gwen Stratford sabe demasiado bien acerca de vivir en una pesadilla. Después de tomar a su hija y huir de su marido abusivo a mitad de la noche hace varios meses, ha trabajado duro para volver a encauzar su vida y olvidarse del hombre que intentó romperla. Al crecer bajo el pulgar de hierro de sus padres y luego seguir adelante con un hombre que gobernó su matrimonio con los puños, Gwen finalmente puede respirar y vivir su vida de la manera que ella quiere.
Cuando les comienzan a suceder cosas tenebrosas y misteriosas a Gwen y a su hija, se da cuenta de que nunca se puede superar el pasado; siempre tiene una forma de ponerse al día contigo. Mientras lucha con el deseo de mantener su nueva independencia, sabe que no podrá protegerse a sí misma y a su hijo sola. Tendrá que apoyarse en el único hombre que la vuelve loca.
¿Puede Gwen realmente confiar en un hombre que piensa que la vida es una gran broma, o será solo otro hombre en su vida que trata de desgastarla?
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