(Serie: Knitting in the City #1.5)
Penny Reid
Hay tres cosas que deberías saber sobre Quinn Sullivan:
1) Está locamente enamorado de Janie Morris,
2) No era demasiado engreído para jugar sucio con tal de conseguir lo que (o a quien) quiere, y
3) No sabe tejer.
Luego de cinco meses de estar saliendo con Janie, Quinn, ex-Wendell y déspota sin remordimientos, está listo para proponerle matrimonio. De hecho, está más que listo. Si dependiera de Quinn, se propondría eficientemente, se casaría y engendraría un hijo con Janie todo el mismo día, evitando así el drama y la angustia que acompañan a las cuatro etapas del pre-matrimonio: compromiso, conocer a los padres, fiesta de soltera/soltero y tradiciones pretenciosas y superfluas del día de la boda. Pero Janie, para gran consternación de Quinn, echa por tierra sus eficientes esfuerzos y lo desafía a probar su devoción siguiendo la formalidad matrimonial, sin importar lo minúsculo y mundano sean.
¿Quinn durará hasta el día de la boda? ¿O cederá a sus impulsos tiranos?
De todas formas, una cosa es segura, Quinn Sullivan tendrá que aprender a esperar a la Inquisición Española (es decir, lo inesperado) si planea tener y conservar a Janie Morris como su esposa.
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